Esto no es el telediario, ni una conversación anodina para matar el tiempo, pero al final, parece que nos llega un poco de buen tiempo...Menos mal, me alivia un poco poder quitarnos ya todas las capas y capas, abrigos, paraguas, bufandas,...entendedme, que no es que deteste el mal tiempo, al revés, me encanta, pero veo la tienda llena de prendas de verano, mientras que a través del escaparate veo que está jarreando y me entran los sudores.En cuanto sale un rayito de sol nos animamos más a salir de casa, con lo que nos animamos a salir de tiendas también.
¿No será que junto con el cambio climático (creo que me estoy pasando un poco, al relacionar el cambio climático con el cambio de temporada) estamos adelantando los cambios de temporada cada vez mas?. Me veo poniendo la ropa de primavera a la venta en noviembre, y la de otoño la vamos a empezar a sacar en mayo. Bueno, divagaciones. Pero si que es verdad que aunque todo sea muy "todo-slow-todo", cada vez corremos sin parar y nos adelantamos todo lo que podemos. ¿Para qué empezamos a poner a la venta ropa de primavera-verano en enero? Y yo soy la primera que la saca, porque te descuidas y a primeros de diciembre la clientela te empieza a preguntar: ¿Cuándo vas a sacar lo de verano? No lo se, pero luego me paso febrero, marzo, abril....y hace un frío que pela, y ya sabes que marzo ventoso y abril lluvioso... y ves toda la ropa superfinita y sin mangas, mientras entran en la tienda y te dicen "Uy, ya da te frío nada más de verlo", y fría se te queda la sonrisa mientras piensas que la verdad es que si, que tienen razón. Y por el verano mas de lo mismo, hace un calor que es para estar a remojo todo el día y ya te ves con cara de poker poniendo en perchas los abrigos y los pantalones de lana.
Así está la cosa.